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Región Insular

¿Quién descubrió las islas Galápagos?

Las islas Galápagos o el archipiélago de Galápagos como tambien se denomina, es uno de los atractivos turísticos más importantes del Ecuador.  Estas islas se formaron hace 5 millones de años, tras la actividad tectónica en el fondo marino; son de tipo volcánico y en ellas se encuentran volcanes activos, es por ello que hace parte de los archipiélagos con mayor actividad volcánica en el mundo.

Se encuentra a 972 km de la costa ecuatoriana, sobre el océano Pacífico. Presenta una extensión de 8010 km², distribuidos en las 7 islas grandes y medianas, rocas e islotes. Las islas Galápagos fueron declaradas en 1978 Patrimonio de la Humanidad, Reserva de la Biosfera en 1985 y  segunda reserva marina más grande del mundo en 1986. Se destaca por la gran cantidad de especies endémicas, como por ejemplo, las famosas tortugas gigantes de Galápagos y otro tipo de fauna que permitió al icónico Charles Darwin, estudiar sobre la evolución.

Ahora si entrando en materia, a continuación vamos a conocer realmente ¿Quién descubrió las islas Galápagos? y como se produjo este acontecimiento.

Índice

Descubrimiento de las Islas Galápagos

El descubrimiento de las islas de Galápagos se remonta a hace 500 años, cuando el Fray dominico Tomás de Berlagan, de origen español, quién en dicho momento ocupaba el cargo de obispo de Panamá. Emprendió un viaje por orden de la corte española,  hacia Lima (Perú) desde Panamá. Su objetivo era resolver asuntos políticos y servir de mediador entre Pizarro y Almagro, conquistadores muy conocidos.

Durante el viaje, el barco fue llevado a la deriva por las corrientes de las aguas del Pacífico hacia una zona desconocida; llegando accidentalmente a las «Islas Galápagos» el día 10 de marzo de 1535.

fray tomas

El viaje

Los exploradores y el fraile tomaron rumbo hacia el sur el  23 de febrero de 1535, el viaje transcurría con normalidad hasta que el día 8, una corriente misteriosa llevo el barco mar adentro. Tal era la fuerza, que ni los remeros pudieron controlar la embarcación. Naufragaron por varios días en el océano Pacífico, por aguas cálidas desconocidas para todos, incluyendo a Berlagan.

La situación se tornaba cada vez más preocupante, debido a que contaban con pocos víveres y el agua que llevaban empezó a escasear, añadiendo que durante el viaje no llovió mucho. Fue hasta días después, que lograron divisar a lo lejos, costas altas y decididos hacia allí enrumbaron.

Arribo a tierra firme

Cuando llegaron a las islas el 10 de marzo, estuvieron durante dos días vagando por un laberinto rodeado de quebradas, riscos, cráteres y farallones. Un paisaje desconocido, desolado y muy misterioso para los tripulantes, ya que en el lugar brillaba la ausencia humana. Por el contrario, se destacaba la fauna del lugar con monstruosas iguanas y lagartos, que parecía no molestarle la presencia de los forasteros. Asimismo como rocas estériles  y volcánicas que según describe el obispo al rey de España, a través de una carta, parecía como si Dios hubiese hecho llover rocas en ese lugar.

Se alimentaron por un tiempo de tallos y algunas hojas de cactus para calmar la sed, ya que en su recorrido por las inhóspitas tierras, aun no hallaban el preciado liquido. Fue hasta un domingo, que se dividieron nuevamente en grupos, dirigiéndose a las quebradas en busca de agua, afortunadamente uno de los grupos encontró el liquido y pudieron calmar la sed y abastecerse para emprender nuevamente su viaje.

Curiosidades sobre las islas descritas en la carta al rey

Por las descripciones que hace el Fray Berlagan en su carta de estas islas, algunos historiadores creen que las islas visitadas fueron Isabela y Floreana, al señalar que en el lugar se encontraban sierras, pues se sabe que el resto de islas son más bien de relieves planos.

Tortugas gigantes de Galapagos.Adicionalmente, la tripulación y el mismísimo Berlanga, describieron el lugar como unas tierras incógnitas y encantadas, de ahí su apodo de «islas encantadas». Aparecían y se desaparecían entre la espesa niebla, dando la sensación que eran las tierras y no precisamente la embarcación la que se movía.

Finalmente, otro hecho que marca mucho el obispo, fueron los sorprendentes galápagos, descritos como animales tan grandes que podrían llevar a una persona encima. Esta es quizá una de las muchas razones, por las cuales estas islas recibieron dicho nombre. Este hombre al ser el primero en realizar descripciones de estas desoladas tierras, se convirtió en el «descubridor de las islas Galápagos».

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